Camino,
vagabunda,
hacia
una puerta cerrada.
El
silencio se amontona
entre
mis juicios
y
la lluvia que cae sin cesar.
Lluvia
lenta.
El
aire se llena
de
mil estrellas brillantes.
Lluvia
gris.
Las
hojas secas que habitan en mí,
tiemblan
un instante
y
caen al suelo
Lluvia
silenciosa,
busco
en mis raíces
algo
que me de sentido
y
descubro
cuan
profundas se hunden en la tierra,
ajenas
a mis pensamientos,
savias
de sabia
antiguas
en la mirada
Y
amanece de nuevo.
Y
me visto con los colores de la mañana,
salvaje
y fresca.
Y bailo mi música de raíz y agua.
Maribel
Guerrero