sobrevuela los tejados y atraviesa las puertas.
Se cruzan las miradas
y el silencio habla
Cuando llegamos al final del camino
y no sabemos si volver atrás.
Y justo a la izquierda de la vereda
aparece el puente que nos permite llegar al otro lado.
Cuando los puentes tienen rostro
y textura de piel
y su tacto nos acerca
a nosotros mismos.
Cuando te miro y
tu me miras.
Y mis sueños dejan de ser de terciopelo
y cobran vida
Cuando acaricio la mañana
y el camino hacia la noche
no es seco, ni arduo, ni estéril.
Cuando en este breve momento
nos encontramos
sabiendo que quizás
no haya un mañana.
Por: Maribel Guerrero,
Molt xula!!
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